Uno de los mitos matemáticos más populares es el de
la espiral de Fibonacci. Por si no la conoces, la espiral de Fibonacci (también
conocida como la espiral áurea) es una espiral que cumple con la siguiente
propiedad: si dibujas dos cuadrados de lado 1 uno junto al otro, luego otro de
lado 2 junto a ellos, luego otro de lado 3, otro de lado 5, otro de lado 8, y
así sucesivamente, siguiendo los números de la famosa sucesión de Fibonacci, se
forma la espiral con algunos de los vértices de los cuadrados.
Según el mito, esta espiral se encuentra en muchos sitios en la naturaleza; por ejemplo, en las conchas de mar, la cola del camaleón o ciertas plantas. Quizá alguna vez hayas visto una imagen como esta:
Además, se dice que los humanos solemos encontrar esta espiral muy estética, y es la razón por la que se incluye en muchos trabajos, desde el Partenón:
Hasta el logo de Apple:Realidad:La espiral de Fibonacci no es más común en la
naturaleza que otras espirales. Muchas veces, se modifica las imágenes en las
que se superpone la espiral a un elemento natural modificando la longitud de
los lados de los cuadrados o torciendo la espiral de alguna manera para que concuerde con la fotografía. Incluso, si te fijas bien en la imagen del caracol podrás darte cuenta de que la espiral de Fibonacci "se cierra" más rápidamente que la de la concha en la fotografía; no son la
misma espiral. Algunos estudios hechos por Keith Devlin, investigador de la
Universidad de Stanford y comunicador de la matemática, demuestran también que
los humanos no encontramos las figuras relacionadas con la sucesión de
Fibonacci más placenteras a la vista que otras.
2. Pi contiene
toda la información de tu vida.
Mito:
Hace tiempo rondan en redes sociales imágenes como
la anterior, en las que se afirma que, dado que la expansión decimal de pi es
infinita y sus dígitos no se repiten de manera periódica, esto implica que
contiene cualquier posible cadena de caracteres, por lo que en alguna parte de
pi podrías encontrar desde tu nombre hasta una película entera de tu vida.
El problema con esta imagen es que el razonamiento
es inválido; que el número sea infinito y que sus dígitos no se repitan
periódicamente no implica que contenga cualquier posible cadena de caracteres.
Por ejemplo, el siguiente número cumple con la misma premisa:
0,10100100010000100000100000010000000100000000…
Este número tiene una cantidad infinita de dígitos
que no se repiten de manera periódica; sin embargo, en ninguna parte de este
número aparece, por ejemplo, la cadena de dígitos 7586484. Alguna gente podría
argumentar que esto no importa, puesto que podemos interpretar los datos en
binario (usando solo ceros y unos), pero aun si lo hiciéramos así, sería
imposible encontrar en este número la cadena 01111010, la cual codifica en
ASCII la letra ‘z’. Así que si el nombre de tu verdadero amor se escribe con
‘z’ no lo vas a encontrar aquí.
De la misma manera, este razonamiento es inválido para
el número pi. A los números que sí tienen esta propiedad se les conoce con el
nombre de "números normales". El problema con pi es que no se ha demostrado si
es o no un número normal (aunque se sospecha que sí lo es). Si quieres ver un
número que sí es normal, y que por lo tanto sí contiene todo lo que dice la
imagen, podes tomar este:
0,0123456789101112131415161718192021222324252627…
3. Gauss encontró
la fórmula para sumar los primeros n números cuando estaba en la escuela.
Mito:
De acuerdo con el relato, el famoso matemático Carl
Friedrich Gauss era muy inquieto de niño. Un día, para que se calmara un rato,
el profesor de la escuela le asignó como tarea sumar todos los números
naturales del uno al cien; él esperaba que esto le tomara mucho tiempo. Al cabo
de solo un par de minutos, Gauss había dado con la respuesta correcta. El
profesor no pudo explicarse cómo había llegado un niño a esa respuesta tan
rápidamente, por lo que Gauss a continuación le explica cómo encontró una
fórmula que le permite conocer rápidamente, el resultado de sumar los primeros
números naturales.
Es en esta parte del relato, donde el profesor
suele explicar cómo se obtiene la fórmula. El razonamiento es sencillo, lo cual
suele hacer más creíble para los estudiantes universitarios que un niño de
escuela haya podido encontrar la fórmula, y más aún si ese niño era alguien tan
inteligente como Gauss.
No se sabe muy bien quién la inventó la fórmula para sumar los primeros números
naturales, aunque suele atribuirse su origen a un libro escrito por Wolfgang
Sartorius, en el cual relata una anécdota que Gauss le cuenta en vida, en la
cual este último logró resolver muy rápidamente un problema matemático el
primer día de escuela. El libro no menciona cuál fue ese problema exactamente. Lo
que sí se sabe a ciencia cierta es que la fórmula ya era conocida, por lo
menos, desde el siglo VIII, diez siglos antes del nacimiento de Gauss.
Si deseas conocer más mitos matemáticos desmentidos puedes ingresar al siguiente enlace:
http://blog.pucp.edu.pe/blog/tito/2020/06/18/mitos-y-verdades-sobre-las-matematicas-parte-1/
En el siguiente vídeo puedes conocer más información
sobre interesantes mitos matemáticos:
Muy bien, debemos de diferenciar entre los mitos y la realidad.
ResponderBorrarMuy buena información!!
ResponderBorrarExcelente información.
ResponderBorrarExcelente información
ResponderBorrarMuy buena información los mitos nos pueden llevar un aprendizaje erróneo.
ResponderBorrarExcelente, cuando aprendemos algo debemos saber distinguir entre lo correcto y erróneo ya que si no tenemos el respaldo suficiente ni adecuado podemos estar en grandes problemas, por eso es bueno sacar información de Fuentes confiables, muchas gracias por la información y mostrarnos cuáles son mitos y cuál es lo correcto.
ResponderBorrarQue interesante
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