Albert Einstein fue un gran
físico y matemático alemán del siglo XX, autor de la teoría sobre la
relatividad, también hizo trabajos sobre física, estadística y mecánica
cuántica. Obtuvo el premio nobel de Física en 1921.
Einstein en una ocasión se
encontró en una fiesta con el gran actor de película Charles Chaplin. Después
de las presentaciones de rigor, Albert Einstein, comentó: - ¡Que envidiable
popularidad la suya, señor Chaplin! La gente lo elogia y admira a pesar de entenderle.
A lo que Charles Chaplin le respondió: Más admirable es su caso profesor, pues
la gente lo admira a pesar de que no le entienden.
2. Anécdota de Bertrand Russell.
Fué un polifacético inglés del siglo XX. Bertrand Russell hizo sus aportaciones a la matemática con su paradoja sobre la teoría de conjuntos y escribió un libro titulado Principia Matemática.
En cierta ocasión Bertrand
Russell estaba especulando sobre enunciados condicionales del tipo: “Si llueve
las calles están mojadas” y afirmaba que de un enunciado falso se puede deducir
cualquier cosa. Alguien que le escuchaba le interrumpió con la siguiente
pregunta: ¿Quiere usted decir que si 2+2=5, entonces usted es el Papa? Russell
contestó afirmativamente y procedió a demostrarlo de la siguiente manera: “Si
suponemos que 2+2=5, entonces estará de acuerdo que si restamos 2 de cada lado
obtenemos 2=3. Invirtiendo la igualdad y restando 1 de cada lado conseguimos
2=1. Como el Papa y yo somos dos personas y 2=1, entonces el Papa y yo somos
uno, luego yo soy el Papa”.
Peter Gustav Lejeune Dirichlet,
matemático alemán de origen belga, es uno de los matemáticos más importantes
del siglo XIX. Hizo aportaciones muy importantes en teoría de números y en ecuaciones
de la física matemática, sucesor de Gauss en la cátedra de Gotinga, trabajó
sobre la teoría de números.
A dirichlet no le gustaba
escribir, pero hizo una excepción cuando nació su primer hijo. Mandó un
telegrama a su suegro con el siguiente mensaje: 1 + 1 = 3.
4. Anécdota de Blaise Pascal:
Blaise Pascal, matemático francés
del siglo XVII, quien generalizó el triángulo aritmético para el desarrollo de un
binomio, de Tartaglia y contribuyó al cálculo de probabilidades.
Pascal construyó la primera
máquina de sumar y restar que se conoce, a la edad de 18 años, para su padre
que tenía problemas con estas operaciones matemáticas. Su padre era cobrador de
impuestos.
En Londres, en el año 1697, se
le presentó a la sociedad científica inglesa, dos problemas matemáticos
difíciles de resolver. Se estableció
un plazo de seis meses para la solución de ambos problemas. Johan Bernoulli,
médico y matemático suizo, organizó un concurso para resolver estos problemas.
A este concurso invitaron todos los matemáticos alemanes e ingleses, excepto a
Isaac Newton. Se cumplió el plazo y sólo Leibniz resolvió uno, pero por métodos
matemáticos penosos. El plazo fue extendido seis meses más, pero dio los mismos
resultados. Pasó un año y uno de los problemas seguía sin solución y el otro
esperaba una solución más elegante. Sir Edmund Halley, matemático y físico
inglés, se percató de que Newton no había sido invitado al desafío y le llevó
los problemas. Newton los resolvió en diez horas.
Thales de Mileto, filósofo,
cientifico, matemático y comerciante griego, quien dedicaba parte de su tiempo
a la transportación y venta de sal en grano. Es uno de los siete sabios de
Grecia.
Srinavasa Ramanujan, genio
matemático hindú autodidacta del siglo XX, trabajando 5 años con el
matemático Hardy en la Universidad de Cambridge y se dedico a la teoría de
números entre otras cosas.
En cierta ocasión Ramanujan se
enfermó y Hardy lo visitó al hospital donde estaba internado. Hardy le comentó
a Ramanujan: "El taxi que me trajo al hospital tenía un número bastante
soso, el número 1729". La respuesta de Ramanujan fue: -No Hardy, es un
número interesante. Es el más pequeño de los números que se pueden expresar
como la suma de dos cubos, de dos maneras distintas: 1729 = 93 + 103 y 1729 =
13 + 123.
Euclides de Alejandría,
matemático griego del siglo 4 antes de Cristo,
Norbert Wiener, matemático
norteamericano del siglo 20, fundador de la Cibernética, quien acuñó por primera
vez este término en su libro Cibernética o el control y comunicación en
animales y máquinas (1948). Wiener era una persona muy despistada.
En cierta ocasión su familia se
mudó a un pueblo muy cercano a donde vivían antes. Como su esposa sabía cómo
era, decidió hacer la mudanza, y él se fue a su trabajo, pero le dió un papel
con la nueva dirección. El profesor Wiener, resolvió a un alumno, un problema
en el otro lado del papel. Cuando trató de regresar a su casa, donde fue era la
casa anterior, se le había olvidado la nueva dirección y el papel lo había
perdido. Se fue a la casa vieja y la ve vacía, pensó que le habían robado. Miró
una muchacha que estaba en el frente y le dice: perdone, pero es que yo vivía
aquí antes y no consigo …, la muchacha le contestó -no te preocupes, papá, mamá
me mandó a buscarte.
David Hilbert, fue un matemático
alemán, reconocido como uno de los más influyentes del siglo XIX y principios
del XX. Trabajó en la teoría de números y el cálculo de variaciones, aunque sus
más importantes contribuciones fueron en el terreno de la geometría. El primer
trabajo de Hilbert fue, en 1888, sobre invariantes algebraicos.
En los primeros tiempos de la
aviación invitaron al matemático alemán David Hilbert a dar una conferencia
sobre el tema que él quisiera. La conferencia creó una gran expectación ya que
el tema elegido fue: “La prueba del último teorema de Fermat”. Llegó el día y
Hilbert dio la conferencia. La exposición fue muy brillante pero no tuvo nada
que ver con el último teorema de Fermat. Cuando le preguntaron el porqué del
título contesto: «Oh, el título era solamente para el caso de que el avión se
estrellara».
11. Anécdota de Paul Erdős.
12. Anécdota de Arquímedes de Siracusa.
Arquímedes, fue un matemático,
físico, inventor, ingeniero y astrónomo griego que vivió hace más de 2.000 años.
Reconocido por el Principio de Arquímedes, tornillo de Arquímedes, hidrostática,
palancas, etc.
Herón II, rey de Siracusa, pidió a Arquímedes de Siracusa, uno de los matemáticos más famosos de la historia; que comprobara si una corona que había comprado era realmente de oro puro, pero sin dañarla. Arquímedes dio vuelta y vuelta al problema sin saber cómo atacarlo, hasta que un día, en el baño, se le ocurrió la solución. Pensó que el agua que se desbordaba tenía que ser igual al volumen de su cuerpo que estaba sumergido en la bañera. Si medía el agua que rebosaba al meter la corona, conocería el volumen de la misma y a continuación podía compararla con el volumen de un objeto de oro del mismo peso que la corona. Si los volúmenes no fuesen iguales, sería una prueba de que la corona no era de oro puro. A consecuencia de la excitación que le produjo su descubrimiento, Arquímedes salió del baño y fue corriendo, desnudo como estaba, hacia el palacio gritando: ¡Lo encontré!, ¡Lo encontré! La expresión lo encontré, en griego se dice EUREKA. Cuando Arquímedes llevó a la práctica esta idea, comprobó que la corona tenía un volumen mayor que un objeto de oro de su mismo peso. La corona contenía plata, que es un metal menos denso que el oro.
Si deseas conocer más anécdotas
de matemáticos famosos, puedes acceder al siguiente enlace: http://ilovemath.mx/?p=134
En el siguiente vídeo podrás encontrar una anécdota del matemático Johann Carl Friedrich Gauss, conocido como “El príncipe de las matemáticas”: